miércoles, 4 de enero de 2017

Trizaduras en la basura o nuestras Uñas Rojas viendo la obra Basuras (Versión libre y antisocial de Los Papeleros de Isidora Aguirre)



Un anti-social es quien construye contracultura y se opone creativamente al orden establecido. Alguien que incita a su desorganización o negatividad. Una negatividad donde algo cambia. Decir “no”, siempre algo cambia. Un anti-social puede dar miedo, puede desorganizar la estructura, puede romper con la familia.
Inflamadas de retórica, Jorge Díaz y Johan Mijail

Pina: ¿Qué tenis miedo?
Rucio: Sí. Miedo a que se me pegue la enfermedad.
Porque en este Botadero nos tratan como a basura y
así como al cristiano lo tratan ¡así termina siendo!
Los papeleros, Isidora Aguirre


Fotografía por Gustavo Eulogio
Fuimos al teatro a ver esta versión de la obra de Isidora Aguirre y quedamos enrabiadas, emocionadas y con la metralleta mojada. La obra cuenta la historia de un grupo de recogedores de basura que viven en un gran basural de los suburbios de Santiago. Fue escrita en 1960 y Aguirre la situó en el mismo contexto, pero la versión de este grupo es contemporánea y angustiantemente transhistórica. Hombres y mujeres, que antiguamente se desempeñaban como obreros (casi la mayoría) o campesinos, en el presente de la obra se encuentran trabajando en la basura por vejez, por cesantía, por alcoholismo o porque huyen del servicio nacional de menores (como los dos “hermanos” que incluye esta versión). Los papeleros (analfabetos la mayoría) estaban obligados a vender el material recolectado al dueño del basural, a valores muy bajos; éste los tenía viviendo dentro de cerros de basura, en casas echas de palos y desperdicios En el momento en que los papeleros reclaman el derecho a mejor vivienda, el dueño los amenaza con echarlos del lugar sin nada o entregarlos a la policía. Este es el resumen argumental de la obra escrita por Isidora Aguirre y montada por Patricia Artés con las y los estudiantes de teatro de la que podría ser la última generación de la Universidad ARCIS.
El texto original en la canción del inicio decía: “Esta es la historia / de la escoria del hombre / y del hombre en la escoria./ El teatro con sus licencias os la viene a relatar/ en nombre del papelero / que no la sabe contar” [1]. Pero la versión 2016 dista mucho de querer ser simplemente la voz de quien “no” la tiene, ya que es también una crítica a las clases oprimidas y al sistema de opresión naturalizado en ellos.

Fotografía por Matías Cuando Voy
La primera pregunta que nos asalta con este montaje es ¿Por qué en este momento en donde la politicidad y la escena teatral chilena parecieran estar de luna de miel se opta por su antítesis, lo antisocial? Un atisbo puede dárnoslo un análisis a las partes de este emocionante montaje de egreso. Desde la decisión del texto, hay algo ya que desencaja del usual panorama de fin de año. Si bien es una versión libre, en la mayoría de la obra se respeta el texto original, sin el costumbrismo, los modismos y las formalidades del lenguaje de la época en que Aguirre la escribió, “neutralizando” el marcado hablar de los personajes. Corroborar que la miseria retratada/resignificada en la obra (escrita entre finales de los 50s y estrenada a comienzo de los 60s) es profundamente contemporánea y atingente, es un acierto. Tanto así que es imposible no sensibilizarse con dos (de muchos) de los aspectos de opresión ejercidos históricamente desde la cotidianeidad de nuestro sistema de producción y de relaciones como son la violencia (estructural y micro) y la marginación-marca del trabajo pauperizado como condena.
Lo antisocial opera como un escupo y una propuesta ante ese teatro que intenta museificar los conflictos de clase, contra los que Isidora Aguirre (y toda la  generación del Teatro Político de los años sesenta) escribió y luchó activamente. Así mismo la dirección de Artés y la asistencia de López proponen estéticamente desde la tradición selectiva (en términos de Williams) del Teatro Político aspectos profundamente atingentes y sensibles, desmenuzando, reflexionando y sensibilizando los mecanismos de sometimiento y miseria a los cuales se encuentran expuestos los sectores marginados de nuestra sociedad. Lo que lleva al montaje a tomar distancia del tibio teatro social (de moda por estos días) en donde el conflicto social queda señalado o exhibido.
Al respecto Artés escribe en el programa de la obra:

Este montaje se levanta como una tentativa o acercamiento sensible al mundo de lo antisocial. No pretende indagar (de manera profunda) en las relaciones de poder que las generan, tampoco de mostrar los males a los que nos arrastra el capitalismo, sino de dar espacios a sensibilidades y mundos escondidos fuera del trabajo productivo y aceptado socialmente, subjetividades que se construyen a partir de los desechos que genera la sociedad. Individuos e individuas que molestan, que sobran.

La importante de este trabajo es que se renuncia a la fetichización de la pobreza o a su estetización, ya que sus elementos musicales (con alusiones y referencias al repertorio underground de los 90s), el universo visual, los vestuarios y la escenografía nos hablan de otra pobreza profundamente digna y en batalla constante, tanto con el afuera como consigo misma.  Momentos de fuerte conmoción estética como la aparición del basural o la sobreexposición a la miseria de las y los papeleros ante fenómenos naturales como la lluvia, nos muestran un posicionamiento estético frente al conflicto social/lucha de clases y también frente al teatro. La valoración del oficio, la dirección de arte colectivizada que se ve en los detalles construidos por cada actriz y actor del elenco, nos muestra que el acento está puesto en lo que se cuenta, en donde los elementos no son accesorios, sino profundidades y necesidades. El montaje nos sensibiliza con mucha imaginación, trabajo, oficio y con poco presupuesto económico.
La obra en general tiene un carácter oscuro y transhistórico, es decir, fluye y circula por aspectos de miserabilidad, pobreza y abandono que desconciertan; una no sabe si está en 1963, en el 2016 o en el 2024. 
Fotografía por Matías Cuando Voy

Fotografía por Matías Cuando Voy
Fotografía por Matías Cuando Voy
El montaje en términos generales es la propuesta estructural del original de Isidora Aguirre, las escenas colectivas son las mismas, pero no, ya que la epicidad se diluye entre los toques de desesperanza a lo Joy Division y la ruda crítica que las autoras (Aguirre y Artés) hacen a las sociedades con las que dialogan: la violencia, el machismo, el alcoholismo, la segregación se estrellan ante nuestros ojos con escenas de removedora belleza como la del mitin de la guatona Romilia y la de los dos niños (que huyeron del hogar) drogados con lo que les alcanza, donde simplemente miran las estrellas y sueñan con posibles. Esos posibles de estrellas que se estrellan, como la historia que se está escribiendo en Chile con la nueva migración (haitiana en la obra) y la decisión político-travesti de evidenciar la negritud que el endémico racismo chileno quiere negar.
El único aspecto que deja con ganas de más en la obra guarda relación con el final, que si bien en el original tiene un carácter demasiado épico (hija de su época), en este montaje queda poco claro, tanto la acción de empoderamiento de la protagonista, como la posibilidad de salida frente a la imposibilidad de organizarse, para lograr el objetivo colectivo de un suelo y un techo dignos para vivir.
Este imperdible trabajo de Teatro Político estará hasta el 14 de enero, y acá van las coordenadas.

Fotografía por Fototeatro

Desde el 03 al 14 de enero de 2017
Egreso Cuarto año, generación 2016.

Dirección: Patricia Artés
Asistente dirección: Álvaro López
Música: Alejandro Miranda
Diseño Integral: Daniel Bagnara
Asistente de diseño: John Alvarez
Diseño Gráfico: David González

Elenco:
Jonathan Eloy Faúndez
Catalina Latorre
Pía Molina
Eduardo Morales
Samuel Ovalle
Mauricio Padilla
Natalia Peña
Francisco Sálazar
Camilo Valdivia
Javier Varas
Nicole Vidal

Funciones Enero:
3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 10 - 11 - 12 - 13 - 14
A las 20:30 hrs.
Libertad #53 (Metro U.L.A)
ENTRADA LIBERADA

TEATRO ARCIS


[1] Aguirre, Isidora, (1964), “Los papeleros” en Ediciones de la revista Mapocho. Sin año, sin número. 1964, pp. 57-93.

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